Rue de Crimée
- Antonella Manes Fratesi
- 25 mar 2015
- 3 Min. de lectura
Lo primero que les voy a decir, antes de redactar este artículo, es que esta anécdota me paso en mi primer viaje sola. Y la verdad chicas, para ser la primera vez, no me fue tan mal, mejor dicho, me fue genial!!!
Me fue tan bien, que un año después deje todo y me vine a vivir acá.
Por eso mujeres, VIAJEN.
VIAJEN todo lo que puedan! Recorran, exploren, háganlo en grupos, solas, con sus parejas, con su familia. No hay nada más lindo que conocer el mundo, y no tengan miedo porque a lo largo de esta experiencia, verán a muchas chicas que hacen lo mismo, tendrán compañeras de hostel, de camping, personas de su mismo país, que hablan el mismo idioma y siempre se sentirán acompañadas.
Así que abran el mapa, señalen un lugar y comiencen a viajar!!

Como les contaba, ya había recorrido algunos lugares, pero siempre acompañada.
El año pasado se me ocurrió hacer un viaje más egoísta, más propio, en el cual yo decidía los puntos que quería conocer, ciudades a las que ir, y lo más importante de todo: elegir a que hora levantarme!!
Así que lo analice bien, lo hable con mi mamá, quien es la persona que me incentiva día a día a que cumpla todos mis sueños y compré los pasajes.
Llegue a Paris más o menos a las 11 pm y como era mi primer viaje de “mochilera”, no quise gastar nada de mas, así que en el aeropuerto consulte para llegar al hostel en metro y con el mapa en mano lo hice.
El viaje era simple y barato (dos euros el pasaje de metro), pero tardaba una hora y media en llegar a la capital.

Motivada por la adrenalina del primer momento no me importo nada, compre el ticket y lo hice!!
Llegue mas o menos a la 1 de la mañana, el barrio del hostel estaba bien al norte, era el distrito numero 19.
Salí del metro y el clima de Paris me daba la bienvenida. Estaba oscuro y llovía con todas sus fuerzas, y yo ahí; con dos bolsos, sin saber francés y con un mapa machucado por el agua.
Me acerque al único restaurante que estaba abierto a esa hora y con mi mejor acento argentino traté de decirle “perdón; LA RRRUEEE DE CRRRIMEEEEE?”
El asiático-frances me mira con cara desconcertante y me responde “quoi”?
Yo le repito: “LA RRUUUEEE DE CRIMEEE” marcando bien cada letra. Entre que no me entendía nada y tenia cara de pocos amigos, me hace un gesto de que no entiende, se da media vuelta e ingresa al restaurante.
Y yo ahí; a la intemperie, preguntándome que hacer… llevaba menos de dos horas en Paris y ya me sentía completamente perdida!! Caminé unos metros más y veo a unos arabes dentro de un paqui (mini mercado que abre hasta altas horas de la noche).
Entro empapada y vuelvo a preguntar por la calle del bendito hostel. Estos árabes eran más simpáticos, pero aun no lograban entenderme (merda! Debería haber aprendido un poquito más de francés).
Les pregunto si ellos hablan ingles o español, y me niegan rotundamente con la cabeza.
Abro el mapa que ya era una bolita en mi bolsillo y les señalo la calle. Ellos se ríen y me señalan el mercado.
Yo sigo sin comprender hasta que me muestran un folleto del local… Claro!! Esa era la rue de crimee!! Desde que me baje del metro que estaba en esa maldita calle!! Pero debido a la lluvia no lograba visualizar el cartel donde lo decía!!!
Ya con más confianza con ellos (y conmigo misma) les digo: “El hostel saint Christopher inn”?? Y ellos sonriéndome (realmente muy simpáticos) me acompañan a la puerta y me señalan la esquina de su calle….
Ahí estaba chicas!! El hermoso, querido y soñado hostel estaba justo en la esquina! Creo que corrí hasta allá de la felicidad. Y de lo emocionada que estaba por no haberme ido en taxi ni gastado 50 euros desde el aeropuerto, casi que ni sentí el frío de París, ni la lluvia, ni nada.

Ya había llegado a ese lugar que tanto busqué… me acerqué a la recepción del hostel; y el chico que trabajaba ahí me sonríe… por suerte él si hablaba inglés!!